Lejos han quedado los días en los que se hablaba de transplantes de organos impresos en los medios de comunicación. Se dijo mucho y se tergiversó más de lo que a las empresas de impresión 3D nos habría gustado. La prensa consiguió dar a conocer la impresión 3D pero también llegó a confundir a la sociedad.
Ha pasado el tiempo y lo que hace 5 años eran promesas algunas se han convertido en realidad y otras en mitos. Veamos hasta donde podemos llegar con la impresión 3D en 2018.
Ortoprótesis reales y funcionales
No hablamos de ninguna novedad. Hemos oído ya infinidad de veces que se pueden imprimir órtesis con impresoras 3D de sobremesa. La labor de “Enable the future” es una referencia en el ámbito maker. Comparten los diseños, los casos y empoderan a asociaciones y fundaciones a colaborar de forma altruista. En los últimos años la calidad y funcionalidades de estas órtesis a evolucionado a niveles muy interesantes y no solo eso, en la actualidad centros de formación profesional como UGLE (Urola Garaiko Lanbide Eskola, Guipuzcoa) llevan años formando a alumnos en el diseño y fabricación de ortoprótesis para pacientes. Ahora no solo hay impresoras 3D en centros médicos sino que los profesionales son expertos en estas tecnologías.