El fabricante francés de automóviles Citroën acaba de presentar su nuevo concept car eléctrico, llamado Oli, cuyo diseño es ante todo responsable. Ha optado por utilizar materiales reciclables y ha trabajado de la mano de la empresa química BASF para diseñar piezas más ligeras y duraderas. Y, por supuesto, la razón por la que te hablamos hoy de él es que este vehículo incorpora elementos impresos en 3D, incluidos los asientos del coche hechos de TPU.
En el sector del automóvil, reducir el impacto medioambiental de la producción de los vehículos del futuro se ha convertido en un reto importante para muchos fabricantes. Según un estudio realizado por Capgemini en 2020, el 62% de los fabricantes de automóviles tienen una estrategia estructurada de desarrollo sostenible. Y es fácil imaginar los cambios que se producirán dentro de dos años, aunque en la práctica estas estrategias sigan siendo difíciles de desplegar. Sin embargo, al recurrir a la fabricación aditiva, algunos están empezando a ver claros beneficios como la reducción de residuos, una producción local más ágil y una personalización más sencilla.
Un diseño más respetuoso con el medio ambiente
En el caso de Citroën, el objetivo era imaginar un futuro vehículo eléctrico menos contaminante e igual de eficiente. Para lograrlo, hubo que revisar el diseño del propio coche. Vincent Cobée, director general de Citroën, explica: «Es una cuestión de responsabilidad social. Ya no es posible fabricar coches que pesen más de 2 toneladas. Con Oli, elegimos hacer un objeto de deseo siendo responsables. Así que tuvimos que encontrar la manera de optimizar el peso y al mismo tiempo ofrecer un concepto sexy que atrajera al consumidor.
Citroën optó primero por utilizar materiales de la misma familia de productos químicos, para facilitar el reciclaje del producto al final de su vida útil. Por ello, los diseñadores intentaron fabricar todo con un único material. El fabricante también ha optado por utilizar exactamente las mismas piezas en la parte delantera y trasera del vehículo para simplificar la sustitución de los parachoques y las puertas en caso necesario. También es una forma de que la empresa francesa vaya más rápido en su proceso de fabricación. Por último, al trabajar con la empresa química BASF, Citroën puede contar con materiales probados para el sector del automóvil, garantizando el respeto a nuestro medio ambiente.
Impresión en 3D para Oli, el prototipo de Citroën
Los asientos del coche eléctrico y sus reposa cabezas son especialmente llamativos, no por su color brillante, sino porque han sido impresos en 3D, también con TPU. El servicio de impresión 3D Sculpteo realizó la impresión. Diseñaron una estructura de celosía para permitir el paso del aire y garantizar así la ventilación natural del asiento. Los asientos se fabricaron con el material flexible Ultrasint® TPU88A y se reforzaron con un revestimiento elástico, Ultracur3D® Coat F. Por último, los asientos están equipados con varios compartimentos de almacenamiento, también impresos en 3D. Sculpteo afirma haber producido unas 20 piezas impresas en 3D para Oli
Laurence Hansen, Director de Producto y Estrategia de Citroën, añadió sobre la asociación entre el grupo y BASF: «La colaboración con BASF ha sido un factor clave en el diseño de oli y en el desarrollo de un vehículo eléctrico lo más divertido y eficiente posible para el futuro próximo. Este innovador coche eléctrico va en contra de la tendencia de construir vehículos cada vez más pesados y complejos, centrándose en la facilidad y la sencillez. Demuestra cómo minimizar el impacto en el medio ambiente, al tiempo que devuelve el placer de un vehículo eléctrico funcional». En el aspecto funcional, el Oli puede alcanzar una velocidad máxima de 110 km/h y cuenta con una batería eléctrica de 40 kWh que le da una autonomía de 400 km. El coche eléctrico pesa sólo 1.000 kilos, aunque su estructura es bastante imponente. Mide 4,20 metros de largo, 1,90 de ancho y 1,65 de alto.
Tomado de: https://www.3dnatives.com/es/oli-citroen-impresion-3d-031020222/#!